martes, 21 de agosto de 2007

Sabiduría

Es un hecho que a la tormenta sigue la calma y es un hecho que nunca nos acordamos de ese "continuum" que ocurre en nuestras vidas, de modo que cuando nos toca vivir la tormenta pensamos que nunca llegará la calma y cuando nos llega la calma, nuestra alegría, no nos permite acordarnos que tras ella vendrá una nueva tormenta ( la cual por supuesto nos vuelve a pillar desprevenidos ).
La sabiduría supone en gran medida aprender a no hundirse terriblemente al caer en los abismos ni echar las campanas al vuelo en los tiempos de bonanzas, ahí está el equilibrio que nos lleva a la virtud.
La dificultad principal estriba en que somos humanos y debido a nuestra naturaleza nos gusta gozar en cuanto nos dejan y también llorar cuando necesitamos de un desahogo, por tanto, mientras ese momento de sabiduría anida en el espíritu de éste que escribe, no tengo mas remedio que pedir a todos los sabios del mundo que toméis vuestro tibio equilibrio y os lo metáis por donde os quepa y que me dejéis, de paso, disfrutar de mis bajas pasiones que tanto me gustan. Gracias

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