lunes, 28 de mayo de 2007

Principios

Si hay algo que podemos entregar a nuestros hijos como un patrimonio que les proteja durante toda su vida son nuestros principios, enseñarles a ser personas decentes y consecuentes con su decencia.
Más tarde llega un momento que son nuestros hijos los que nos ponen en situación de demostrar que nosotros también somos consecuentes con los principios que les hemos enseñado. Mantener el tipo en esas situaciones demuestra no solo respeto y amor sino también grandeza de espíritu.

1 comentario:

Óscar Córdoba dijo...

Un gran pensamiento. Ojalá muchos padres hoy en día se diesen cuenta de la importancia de transmitir principios a sus hijos y ser consecuentes con ellos. Seguro que el mundo sería un lugar un poquito mejor.